¿Te sientes en la tesitura de elegir entre tu familia y tu trabajo? ¿Sientes que las horas del día no dan para más? ¿Te frustra esa sensación constante de no llegar a todo lo que quieres o tienes que hacer?
La conciliación de la vida laboral y la vida familiar es el eterno problema de muchas personas (en especial de las mujeres). Si te ves obligada frecuentemente a elegir entre tu trabajo y tu familia, vamos a explicarte qué es y qué puede hacer un asistente virtual, y por qué deberías elegir esta profesión.
Vamos a darte algunas pistas sobre cómo conciliar trabajo y familia, y ayudarte a que no tengas por qué renunciar a una en favor de otra.
Qué es la conciliación laboral
Hablando en plata, la conciliación laboral consiste en tener tiempo tanto para el trabajo como para la vida privada, y no tener que enfrentarse a elegir entre uno u otro de forma sistemática; por desgracia, esta situación es muy frecuente cuando se trabaja para una empresa, especialmente para las mujeres, por las circunstancias y condición.
Aunque poco a poco la sociedad se va concienciando de esta desigualdad, lo cierto es que la conciliación familiar está lejos de ser una realidad. Jornadas interminables, horarios estrictos… que, en honor a la verdad, afecta igualmente a hombres y a mujeres.
Pero todos sabemos que nosotras lo tenemos más difícil todavía: la que no va a la carrera todo el día con los niños lo hace con el cuidado de la casa, y ya no hay tiempo libre que valga. Según este estudio, esto se traduce en que las mujeres cobramos de media casi 6000 euros al año menos que los hombres.
Y eso es, precisamente, lo que persigue la conciliación familiar: que nadie, sea hombre o mujer, tenga por qué renunciar recurrentemente a su espacio personal y familiar en favor de sus obligaciones laborales.
Consejos para mejorar la conciliación de tu vida laboral y familiar
Elaborar un horario
Quizá lo hayas intentado en reiteradas ocasiones, pero todos los expertos en coaching y emprendimiento señalan la importancia de elaborar y cumplir una programación de tareas, priorizando según urgencia e importancia. Esto significa que no debes tratar de llegar a todo, y asumir que habrá algunas tareas que tendrán que esperar (y no pasa nada).
Repartir las tareas domésticas
Eso sí: la comida no llega sola a la nevera, ni la ropa llega por sí sola de la lavadora al cajón. La casa no se limpia sola, y los niños todavía no van y vienen solos del colegio. Si hay más adultos contigo en casa, es hora de que todos arrimen el hombro.
Trabajar por tu cuenta
La flexibilidad horaria es imprescindible para lograr la conciliación de la vida laboral y familiar: desafortunadamente, no todas las empresas están en disposición de concederla, bien por la cultura corporativa, bien porque realmente no sea posible. ¿Qué puedes hacer? Podrías trabajar por tu cuenta, por ejemplo, como asistente virtual, haciendo por otros profesionales todo eso que no les da tiempo a hacer porque no forma parte del núcleo de su negocio.
No es que pretendamos hacer apología del papel de la mujer, ya que la tradición empresarial de nuestro país dificulta enormemente la conciliación de la vida laboral y la familiar, tanto a ellos como a ellas. Te invitamos a plantearte una aventura profesional propia, en virtud de la cual dispongas de tu tiempo con libertad y puedas llegar a todo lo que normalmente no llegas.